domingo, 11 de octubre de 2015

Es posible la paz en Colombia sin Alvaro Uribe?

La ultima edición de la revista Semana le dedica caratula a Uribe y plantea la pregunta: “Es posible una paz sin Alvaro Uribe’?

La pregunta de Semana de hecho ha venido repitiéndose en muchos estamentos políticos, sociales, en incluso, por parte de analistas internacionales.

Todos quienes se plantean el interrogante lo hacen únicamente sobre la premisa de que Uribe representa un amplio sector de la población colombiana bajo la sombrilla de su partido de garaje Centro Democrático, y que como tal el logro de la paz, así se firme un acuerdo con las FARC-ELN, no estaría garantizada.  Mencionan entre los obstáculos, su oposición a cualquier procedimiento de aprobación, implementación y financiamiento de los paupérrimos cambios que se deriven de los acuerdos de La Habana; algunos mencionan incluso (sugiriendo su vinculación con los paramilitares) la amenaza que representa para el proceso de reincorporación de las guerrillas a la sociedad civil y a la actividad política.

Para la gran mayoría de quienes plantean este interrogante, el simple hecho de que Uribe eventualmente manifieste públicamente que apoya el proceso de paz en curso seria la carta que hacia falta para garantizar el fin del conflicto y el inicio de una nueva etapa en paz para todos los colombianos. Nada mas ingenuo!!

No habrá paz así Uribe empiece a salir con Santos a las regiones y pueblos de Colombia a explicar los acuerdos que se han alcanzado ya en La Habana y hacer pedagogía para un nuevo país en paz. Claro, el establecimiento, sus grandes medios de bolsillo y las elites que se han beneficiado de la guerra nos harán creer que ahora si la paz es un hecho!!.  Hasta las FARC es posible que se crean el cuento y firmen a ojo cerrado el acuerdo final en Marzo del próximo año.

Algunos dirán incluso que el apoyo de Uribe facilitará el desmonte de las organizaciones paramilitares (las BACRIM, como las llama el establecimiento).  Una vez las FARC hayan firmado el acuerdo de dejación de las armas, nos harán creer incluso que el paramilitarismo ha sido desmontado,…….grandes operativos policiales y militares, capturas de paracos lideres y combatientes, procesamientos y condenas de paramilitares, shows mediáticos de entrega/sometimiento voluntario a la justicia, etc…..llenarán las paginas de la gran prensa, las pantallas de televisión y las cabinas de estaciones radiales.  Pero todo será otro burdo montaje; como lo fue la desmovilización paramilitar durante el gobierno de Uribe.

La realidad es mucho mas compleja y muy cruda por cierto, sobre todo para esa inmensa mayoría de población colombiana que ha sufrido la guerra durante mas de 5 décadas.

Nunca habrá paz en Colombia, aun con Uribe estrechándose las manos con Santos y con Timochenko, si su poder politiquero y capacidad de maniobra criminal y guerrerista se mantienen; y si sus crímenes quedan en la impunidad. El poder de Uribe no se deriva únicamente de la aceptación que tiene entre millones de colombianos alienados con su verborrea patriotera, incendiaria, sino de su condición de ser el alfil principal del gobierno de los EEUU para el desarrollo de su política exterior tanto en Colombia como en toda la región latinoamericana.

No hay que engañarse. El supuesto apoyo de EEUU al gobierno de Santos, incluso el respaldo al proceso de paz no son mas que gestos estandarizados de relaciones publicas de la política internacional gringa. Ellos tienen claro que sus intereses están en riesgo en un escenario de fin de la guerra en Colombia, incluidos sus intereses en toda la región. Para ellos Uribe es el único que les garantiza carta blanca para preservar el control político, militar y económico en Colombia,  así como la continuación de la operaciones encubiertas de espionaje, conspiración, desestabilización y de guerra sucia, e incluso operaciones abiertas paramilitares-militares, contra Venezuela, Ecuador, Bolivia, …

Tiene que ser uno muy ingenuo para creer que Uribe y su ejercito de narcoparamilitares, por mas lunáticos que sean, se atrevan a incursionar a Venezuela y montar operaciones de desestabilización contra el gobierno de Maduro por su propia iniciativa. No hay duda de que todas las operaciones desmanteladas por Maduro, y las que aun se mantienen dentro de territorio venezolano, son diseñadas y dirigidas desde Washington y sus embajadas en Bogotá y en otros países serviles de la región. Uribe, su ejercito de paramilitares, y sus renombrados sicarios del periodismo criollo, quienes a diario desde sus columnas de opinión, estudios de radio y televisión, difunden y amplifican su verborrea patriotera, son y seguirán siendo los verdaderos aliados de Washington. Estos y sus patrones en Washington son los verdaderos y mas poderosos enemigos del pueblo colombiano.

Con todo y lo desconsolador que parezca el escenario anterior, la paz de Colombia si es posible pero con Uribe fuera del escenario político. Con Uribe dentro del proceso pero solo como actor preponderante del conflicto, como victimario sometido a la justicia transicional y confesando todos sus crímenes; o enjuiciado y condenado por una corte de otro país o la corte penal internacional.  Por supuesto, este desenlace está prohibido discutirse en el país de Uribe.  No es sino leer como concluye la Revista Semana el articulo de portada que le dedica en su ultima edición:

“El expresidente Alvaro Uribe, su bancada del Congreso y los colombianos de carne y hueso que lo apoyan tienen mucho que aportarle al país.”

Aunque remoto, irónicamente seria Santos quien le haría el regalo de la paz al país,… el mismo que fuera el ministro de defensa de Uribe en la época en la que mas civiles inocentes fueron extrajudicialmente asesinados, desaparecidos, torturados, encarcelados, perseguidos y desplazados como consecuencia del terrorismo estatal que montó el narcoparamilitar Uribe durante su gobierno. El mismo Uribe que, luego del fracaso de su tercera re eleccion, lo convirtio en el actual presidente de los colombianos.

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